los conocidos “Felices años ‘20”. Luego del gran enfrentamiento bélico que fue la Primera Guerra Mundial durante la década anterior, esta nueva etapa traería consigo un corto periodo de riqueza económica y cultural. Luego de una gran crisis económica, hambre, muertes y guerras, la sociedad necesitaba dejar en el pasado todos esos malos recuerdos.
Como lo hablamos en el capítulo anterior, las mujeres durante la guerra comenzaron a trabajar y el proceso de emancipación femenina era irreversible. A partir de allí, para esta década la mujer comienza a tomar mayor protagonismo en la sociedad, liberándose de a poco de los mandatos machistas. Los años 20 son sinónimo de fiestas, alcohol, bailes y brillos: surge el culto a la juventud y se vive al máximo.
La mujer decide tener mayor libertad y esto quedó en evidencia en el vestir. Aquí hubo una gran influencia de Hollywood que difundía el estilo de vida americano y era a eso a lo que las mujeres aspiraban. La silueta S ya era tema del pasado: los corset alisadores fueron los elegidos en esta década. Estos tapaban el busto y no marcaban una cintura de avispa. La falda ya no se lleva más acampanada, sino que se comienza a entallar adquiriendo forma de tubo.
Las fiestas de la época exigían que la mujer necesitara libertad para moverse y los vestidos de baile eran rectos y de cintura baja, con grandes escotes y los hombros al descubierto. Estos eran recubiertos con lentejuelas, cristales o flecos que hacían brillar a cada una de esas mujeres bailando charleston en sus noches de ocio: ellas eran las conocidas “Flappers” o “Garconne”. Usaban los labios rojos y los ojos delineados.
La silueta femenina que se imponía era delgada y esbelta, sin curvas. El pelo se llevaba corto, a lo “garconne”, siguiendo las líneas de la cabeza. También, característico del periodo, es el sombrero “cloché” que tenía forma de una campana de pequeño diámetro que era el remplazo o simulaba el corte de pelo que predominaba.
Para 1925 las faldas se acortan y en 1927 los dobladillos ya dejaban ver las rodillas. Las mujeres fumaban en público, algo que hasta ese momento estaba prohibido ya que se lo consideraba una actividad masculina.